El plan no convencional de YPF y CGC en Santa Cruz

Las fronteras del no convencional se expanden más allá de Vaca Muerta. Los estudios de YPF y CGC marcan que la parte norte de Santa Cruz tiene un potencial interesante en shale y tight.

La Compañía General de Combustibles (CGC) informó el hallazgo de petróleo y gas no convencional en el yacimiento El Huemul donde se intervinieron dos pozos que arrojaron petróleos muy livianos y atípicos para la región. En tanto, en el yacimiento Cañadón Seco se perforaron y fracturaron dos pozos con potencial de gas rico en líquidos.

En total se realizaron ocho fracturas en cuatro pozos por lo que la compañía tuvo que llevar a la Cuenca del Golfo San Jorge equipamiento desde otras cuencas, incluyendo un set de fracturas de mayor capacidad de bombeo para las condiciones de alta presión y para los diseños de altos volúmenes de agua y arena. Así, 10 bombeadores se llevaron de Cuenca Austral y de Cuenca Neuquina, además de 16 frack tanks, frack vans, blender, pre blender, entre otros equipamientos.

Según informó CGC, los caudales de bombeo, volúmenes de arena y de fluidos representan órdenes de magnitud casi 10 veces mayores a las fracturas convencionales. Esto complejiza y aumenta significativamente el costo de las operaciones. Se trata de caudales de bombeo de 45 barriles por minuto, más de 4.000 sacos de arena por etapa a una profundidad de entre 2500 y 3200 metros.

CGC confía en que la productividad de estos reservorios traerá un enorme impacto en la industria e iniciarán un nuevo tipo de desarrollos para toda la región. “Es un objetivo aun no explorado completamente sobre el que tenemos grandes expectativas para el futuro”, sostuvo Pablo Chebli, COO de la empresa.

YPF también explora el potencial de la D-129. El año pasado se realizaron pozos horizontales de 1500 y 200 metros en Cañadón León donde se obtuvieron buenos resultados en el segmento tight gas. Pablo Iuliano, CEO de YPF, explicó, en su visita a Santa Cruz, que lo que buscan los pilotos son más cortos en longitud de perforación, pero permiten obtener información más rápido.

“Normalmente lo que hacemos en este tipo de proyecto es perforar un pozo para entender de qué productividad estamos hablando. Lo que tenemos que hacer ahora es delinear cuál es el tamaño de la oportunidad que se nos presenta. Es decir, cuántas reservas tenemos en este bloque y en qué zona se desarrolla esta arena compacta. Eso es lo que nos va a permitir decidir si tenemos que perforar 30 o 200 pozos. Esa es nuestra tarea a lo largo de este año”, subrayó Iuliano.

En la empresa de mayoría estatal saben que todo proyecto necesita su maduración por lo que este año estará marcado por los estudios en la formación D-129. Los tiempos son importantes, pero el plan de negocios de YPF se basa en duplicar su producción de la mano de los proyectos no convencionales. Vaca Muerta es la estrella del shale, pero la Cuenca del Golfo San Jorge y la Cuenca Austral aún tienen mucho para darle al país.

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