Caleta: por corrupción desplazan a la cúpula de servicios públicos

Hoy he solicitado diversos pedidos de renuncias a los cargos más altos de la empresa de Servicios Públicos en Caleta Olivia. Existe una organización dedicada a robar agua potable, para venderla en forma privada, afectando a la población.

Para hacerlas efectivas, reuní a la conducción completa de la delegación de Servicios Públicos Sociedad del Estado, representantes sindicales de los trabajadores agrupados en el Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias, el jefe de la regional de Policía y el intendente Pablo Carrizo.

Estoy muy preocupado. Las numerosas denuncias de los vecinos de Caleta me causaron mucha indignación. Hubo constantes acciones de boicot para afectar el normal suministro de agua en la ciudad. Esos sabotajes consistían en cerrar las llaves de los centros de distribución, para “robar” el agua potable que se distribuye entre los vecinos residenciales, y así cargarla en camiones y venderla en forma particular. Esa operatoria tiene varios años de antigüedad, pero se acabó, caerá sobre sus responsables todo el peso de la ley. He ordenado al jefe de Policía de la regional, control total y custodia de las llaves y válvulas de los acueductos, por encima de los trabajadores de la empresa.

Además, ordené un exhaustivo trabajo técnico, soluciones urgentes relacionadas al suministro del agua, un estudio de las principales inversiones para mejorar el servicio y todo lo que hay que hacer respecto de reestructuraciones para coordinar que los trabajos se hagan correctamente. La planta de Ósmosis invertida en Caleta funciona en un 35 por ciento y la toma de agua está construida en un lugar que no corresponde. La planta funcionó solamente 8 años y parte de la tecnología que se utiliza para esto no se fabrica más. El acueducto que comenzamos a construir nos permitirá solucionar en forma definitiva estos problemas. La solución siempre estuvo al alcance de la mano, pero las malas políticas del kirchnerismo nunca lo hizo realidad. Privilegiaron los negociados.

Acá hubo negocios con el agua toda la vida. Basta de tapar las cosas. La planta de ósmosis de Caleta Olivia es el claro ejemplo de lo que pasó en la provincia durante tantos años: corrupción. Pequeños grupos de la política que se quedó con el patrimonio de los santacruceños. Afortunadamente, eso se acabó.

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