Se agrava el conflicto docente y las miradas están puestas en algunas carteras del Gobierno
Luego del recorrido por CABA, ADOSAC comunicó 72 horas de paro y, con el feriado puente, no habrá clases en toda la semana. El malestar inunda al Ejecutivo y al Sindicato y no se avizora una resolución antes del 2 de junio, día que se reabrirán las paritarias.
El interminable conflicto docente que vive Santa Cruz, que estalló en 2007 y perdura en el tiempo, con distintos niveles de tensión que han variado con los años, le permite a la oposición sostener una narrativa unificada, que siempre parece eficaz en medio de la campaña y empieza a preocupar a los múltiples aspirantes por el sillón de Alcorta (a esta altura, no sólo a los oficialistas). ¿Qué van a hacer ustedes, si llegan, con la educación? Es una pregunta que oyen, de manera generalizada, quienes recorren la provincia con fines electorales. Según distintas encuestas, es uno de los temas que más desvela a los santacruceños y santacruceñas.
Los días de paro –ya son más de 30- han superado ampliamente a los de clases normales y, en esta línea, parte de la cúpula de ADOSAC desfiló la última semana por la Legislatura porteña para “nacionalizar la situación educativa de la provincia”, en un viaje impregnado de suspicacias políticas. Sin una pronta resolución a la vista, el sindicato docente determinó el último sábado en un congreso extraordinario 72 horas de medidas de fuerza para los días lunes, martes y miércoles, y con el feriado puente en el horizonte, los chicos y las chicas no asistirán a clases en toda la semana.
El fugaz mes de mayo ingresa en su etapa final y ADOSAC le sigue marcando la cancha al Gobierno desde febrero. Para la Asociación de Docentes de Santa Cruz el aumento que está pagando el Ejecutivo Provincial es insuficiente, pese a que en Educación argumentan que es uno de los mejores del país, en medio de una inflación galopante que parece no tener fin.
En junio, tal como dicta el acta rubricada por ambas partes, se abrirán nuevamente las paritarias y el día elegido fue el viernes 2. “Los sueldos no son suficiente en base a la inflación que hoy tiene el país, y yo les voy a decir que tienen razón, pero son los que podemos pagar”, había afirmado, con sinceridad, la gobernadora Alicia Kirchner en la reinauguración de la sede del Consejo Provincial de Educación.
Por estos días las miradas han estado puestas en los “funcionarios que no funcionan”, término que utilizó la Vicepresidenta en un acto en La Plata al referirse al gabinete nacional, y que se trasladó también a las provincias. Denominado como “juez y parte del conflicto” por el secretario general de ADOSAC, Javier Fernández, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Cruz ha mostrado ineficiencia en las conciliaciones obligatorias, en las que tenía que buscar dirimir el conflicto. “No han servido para nada y el Ministerio tenía que acercar las partes, pero ni eso”, apuntó duramente una fuente sindical a Tiempo Sur. El titular de la cartera de Trabajo, Teodoro Camino, sigue en silencio.
La postura confrontativa que mantuvieron las principales autoridades educativas durante meses evidentemente no ha aportado y hasta el obispo Jorge García Cuerva, luego de ofrecerse como mediador en representación de la Iglesia, participa de las mesas de diálogo. Por otro lado, la cartera laboral que debería haber canalizado un espacio de diálogo, terminó siendo nada operativa a la hora de construir consensos.
Mientras algunos integrantes del oficialismo coinciden en que la estrategia para afrontar el conflicto debe modificarse de manera urgente, el enojo de los padres crece día a día, con las dos partes, y se empezó a notar una profunda polarización entre quienes creen que la culpa es del Gobierno y los que piensan que la responsabilidad es de ADOSAC.
El Ministerio de Economía, Finanzas e Infraestructura mira en estos días minuciosamente los números de la provincia para la próxima oferta.
Sin embargo, nada parece encausar un conflicto que aparenta no tener un desenlace previsible. Si se agrava, pierden todas las partes, principalmente los chicos y chicas, que deben volver a las aulas urgentemente.
Tiempo Sur
